Recordar las playas del Caribe es volver a sentir y disfrutar sus finas arenas blancas y aguas azul turquesa, una combinación única y natural que sin dudas, nos transporta al placer.
Pero ¿alguna vez te has preguntado por qué las aguas de las playas caribeñas son de este color?
Existen diferentes factores que determinan el color del agua de los mares, océanos, ríos, lagos y lagunas. Cada sitio tiene características únicas que nos hacen percibir el agua de distintos colores.
Es importante tener presente que, en sí, el agua no tiene color, ya que es incolora, inodora e insípida. Sin embargo, el color que percibimos se debe a la absorción y emisión de la luz solar. Es decir, el ‘color’ o las ondas que el agua es capaz de absorber no podemos verlas, sino que las refleja.
De este modo, las intensas gamas de azul del mar Caribe están relacionadas con su limpieza, su profundidad y con las leyes físicas que obedece la luz.
Las moléculas del agua absorben de manera selectiva las distintas longitudes de onda del espectro visible.
Las ondas de frecuencias cercanas al rojo son absorbidas rápidamente, por eso el agua tiene tonos azulados, complementarios de los rojizos.
Las frecuencias azules pueden viajar muchos metros a través de las aguas claras y profundas del Caribe y su dispersión produce el efecto turquesa.
Las partículas orgánicas en suspensión también influyen en el colorido, ya que dispersan la luz azul.
Dependiendo de la profundidad del mar, los azules pueden ser más o menos intensos. Cuando menos profundas y más cerca de la orilla, más claro se verá todo.
El Caribe tiene profundidades irregulares, debido a la barrera de coral que crea distintos arrecifes y arenales.