La compañía italiana celebra su 76 aniversario.
Desde su debut con el legendario “Anna C” en 1948 uniendo a Génova y Buenos Aires, hasta las actuales “ciudades inteligentes” Costa Smeralda y Costa Toscana.
El 31 de marzo de 1948, la embarcación a motor “Anna C” partió de Génova hacia Buenos Aires con 768 huéspedes a bordo.
Así comenzaba la historia de Costa Cruceros, que en este año celebra su 76 aniversario. Sin dudas un hito importante para la compañía – la única que navega bajo la bandera italiana, – que atestigua una herencia verdaderamente excepcional de experiencia y tradición en la industria mundial de cruceros.
En todos estos años, día tras día, Costa ha llevado a millones de huéspedes alrededor del mundo, compartiendo los momentos felices e inolvidables de sus vacaciones. Desde los viajes transatlánticos del “Anna C” hasta los espectaculares cruceros de la actualidad, a bordo de barcos como el Costa Smeralda y el Costa Toscana -verdaderas “smartcities”flotantes-, Costa ha sido capaz de innovar en la forma de pasar las vacaciones en el mar, ofreciendo experiencias únicas.
Cuando el Anna C, transatlántico de 12 mil toneladas partió el 31 de marzo de 1948 del puerto de Génova rumbo a Buenos Aires, no sólo nacía la historia de éxito de una compañía que supo, como pocas, adaptarse a las transformaciones de la industria, sino también una relación jamás interrumpida entre Costa Cruceros y la Argentina.
Buenos Aires no sólo fue el destino del primer transatlántico de Costa hace 76 años, sino también la ciudad donde la empresa abrió la primera oficina en el exterior.
La historia: Del “Anna C” al Costa Toscana; el éxito de Costa Cruceros
La historia que comenzó el 31 de marzo de 1948 con el ‘Anna C’ en realidad tiene raíces más antiguas. Su origen se remonta a 1854, cuando Giacomo Costa fundó en Génova la “Giacomo Costa fu Andrea”, una pequeña empresa que operaba comprando y vendiendo aceite de oliva y textiles. Desde la década de 1920, esta empresa también se dotó de una flota para transportar mercancías por todo el mundo.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, solo un barco, el Langano, había sobrevivido al conflicto.
La destrucción de la flota de pasajeros italiana, la demanda cada vez mayor de tráfico de pasajeros, la crisis económica y el flujo migratorio transoceánico llamaron la atención de la familia Costa hacia el transporte de pasajeros. En 1947, el “Giacomo Costa fu Andrea” cambió su nombre a “Línea C”, línea que se haría famosa a lo largo de más de tres décadas de servicio transatlántico desde y hacia América Latina. Así, el 31 de marzo de 1948 zarpaba de Génova el primer barco de pasajeros de la flota Costa, el ‘Anna C’.
Fue el primer transatlántico en cruzar el Atlántico Sur desde el final de la guerra y el primero en ofrecer a los huéspedes camarotes con aire acondicionado. El barco llegó a Buenos Aires 16 días después de la partida. Al ‘Anna C’ pronto le siguieron otros barcos, para atender la creciente demanda generada por el flujo migratorio.
El concepto de crucero “de vacaciones” se desarrolló como la evolución de la primera clase en las rutas transatlánticas tradicionales.
Costa se adelantó a la transición del servicio de línea a los cruceros, satisfaciendo efectivamente la creciente demanda turística por parte de los viajeros de primera clase. A partir de la década de 1950, “Línea C” comenzó a utilizar barcos en cruceros por el Mediterráneo y América del Sur para aprovechar el desfase de las estaciones en los hemisferios norte y sur y, por lo tanto, redistribuir la flota en períodos de menor tráfico.
El primer paso hacia el mercado de los cruceros se produjo a principios de 1959 con la radical conversión en crucero de la pequeña embarcación a motor Franca C: su capacidad se redujo a 552 camarotes, todos en una clase, que contaban con baños privados y aire acondicionado.
Después de debutar en el Mediterráneo, en el invierno de 1959 el Franca C inició una serie de cruceros de “vacaciones” en el Caribe con salida desde Fort Lauderdale.
Una vez más, los tiempos cambiantes le dieron la razón a Costa. Durante las décadas de 1970 y 1980, la idea del barco como destino de vacaciones quedó inequívocamente establecida y la división en clases desapareció por completo. Las cabinas tendieron a estandarizarse y los lugares de diversión se multiplicaron: bares, teatros, casinos, discotecas. Todo al alcance de todos.
Costa Cruceros es una empresa italiana con sede en Génova. Durante más de 70 años, los barcos de Costa han viajado por los mares del mundo ofreciendo lo mejor de Italia en términos de hospitalidad, diseño, comida, bebida y entretenimiento.
Actualmente, Costa Cruceros cuenta con una flota de 9 barcos , todos de bandera italiana y forma parte de la Corporación Carnival desde el año 2000.
Costa Cruceros es también un símbolo de compromiso con la sostenibilidad. En línea con los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU, la compañía allanó el camino para la innovación sostenible para toda la industria de cruceros, permitiendo nuevas tecnologías y proyectos para mejorar el desempeño ambiental de su flota.
Esto fue posible con la introducción de dos buques insignias propulsados por GNL, el Costa Smeralda, en 2019 y Costa toscana, en diciembre de 2021. Con la Fundación Costa Crociere, la compañía tiene la intención de asociarse con destinos para contribuir a las necesidades sociales de las comunidades locales y crear un turismo más sostenible e inclusivo.
La compañía tiene una fuerza laboral global de aproximadamente 20,000 empleados, que trabajan a bordo y en sus oficinas en todo el mundo.